Titulo Noticia | Cristian Kily González, a corazón abierto: de los años oscuros a volver a sentirse vivo |
Medio | La Nacion |
Breve resumen |
ROSARIO.– La peor lesión en la vida del Kily González llegó cuando ya se había retirado. Ahora suena la alarma en cada control aeroportuario y son esos ocho tornillos que sostienen la rodilla derecha. Hace algunos años lo invitaron a jugar un cuadrangular en Lima, con un exfutbolista por equipo y el resto, todos aficionados. Pero una patada nada amateur le rompió los ligamentos cruzados, la cabeza del peroné y la fascia lata. Se desmayó del dolor, y cuando se despertó, viajaba en una ambulancia. Suero, morfina y un yeso. Estaba solo en Perú. Un vuelo sanitario lo trajo de inmediato a Rosario. Un principio de trombosis y una primera operación. Y otra, unos días después, porque había perdido la sensibilidad, no sentía los dedos. El nervio ciático estaba afectado y temió una renguera permanente. La recuperación llevó muchos meses. Eran tiempos en los que la sonrisa se le había borrado a Cristian González. Ni rastros de sus bromas y contagiosas carcajadas. El retiro lo había hundido en la angustia. Se sentía un inútil. |